NADROJ Alberto Sánchez JORDAN
De no ser por el dibujo y la pintura me hubiese muerto de aburrimiento antes de perder definitivamente la salud. Yo sería otro del que soy y nadie lo sabría, ni me conocerían.
De no ser por ellos, que siempre estuvieron allí, haciendome compañía y recogiendo mis pedazos después de la tempestad...
Me rescataron del mundo cotidiano, de la vulgaridad, del trabajo, de los compromisos, de la familia, de hacienda, de los vecinos y de la comunidad...
No puedo explicar que sería del mundo si no tuviésemos la necesidad de expresar nuestros sentimientos, nuestra creatividad...